Friday, December 19, 2014

Casa del Futuro, el lugar donde jóvenes mujeres forjan el mañana

Está colmada de vidas vibrantes que trabajan todos los días para cambiar su destino. El frío húmedo que deja la lluvia al menguar rodea la Casa del Futuro, en la zona Primero de Mayo, El Alto, lugar que acoge este año a 14 jóvenes mujeres de diferentes áreas rurales de Bolivia para que accedan a la formación técnica y consigan trabajos dignos o realicen sus propios emprendimientos en sus comunidades u otras ciudades.
El albergue juvenil la Casa del Futuro es un proyecto de la Fundación Pueblo que existe desde 2010 y cada año recibe a 16 mujeres becadas de entre los 16 y 20 años. Hasta la fecha ha acogido a alrededor de 60 que se han graduado de alguna carrera técnica.

Educación Parvularia, Diseño y confección de ropa , Cocina y organización de eventos, Peluquería y cosmetología y Comercio Exterior, son las áreas de formación que las becadas pueden elegir para cursar en el Centro de Formación Técnica (Cenfotec) de Aldeas Infantiles SOS, en Mallasa.
"En las áreas donde más se destacan es en peluquería y diseño y confección; la mayoría de las jóvenes se quedan en la ciudad o se trasladan a otra. Incluso emigran a otros países para ahorrar y regresar al país o sus comunidades y abrir un emprendimiento”, detalla la coordinadora del proyecto de Formación Técnica, Filomena Hilari.
La beca comprende hospedaje, alimentación, transporte, computación y actividades extracurriculares por un año hasta que obtengan su título.
La formación comprende tres partes: teoría y práctica, las pasantías en diferentes empresas y la inserción laboral o la preincubación de proyectos.
Daysi Zubieta, de 20 años, es de Coroico, Nor Yungas, y es una de las jóvenes que regresará a su localidad natal para establecer un emprendimiento dedicado al diseño de modas. Su producto estrella son blusas que se transforman en bufandas y chales.
"Ya tengo mi máquina, mi familia me apoya (...). Mi emprendimiento se llama De Moda, cada prenda tiene dos usos”, cuenta.
Como ella, jóvenes de Llallagua, en Potosí, de Uni, en Palca, y de diferentes puntos de los Yungas en La Paz, conviven, se convierten en amigas, en compañeras de cuarto y comparten las ganas de crecer como mujeres y trabajadoras.

Una casa, semillero de ideas
Todos los ambientes de la casa -que tiene tres pisos, con áreas de estudio, habitaciones y una terraza con vista privilegiada- están ordenados y organizados.
Fueron esos ambientes que el consejero-canciller de la Embajada de Alemania en Bolivia, Uwe Köhler, recorrió junto al presidente de la Fundación Pueblo, Günther Schulz.
La visita se realizó con el objetivo de observar los resultados del convenio firmado por la embajada y la fundación para el fortalecimiento del albergue juvenil.
Éste comprendió la fabricación e instalación de roperos a medida en los dormitorios, la adquisición de una máquina de coser overlock para lo que la embajada alemana otorgó la suma de 44.000 bolivianos.
La encargada de mostrar la implementación es Hilari que por más un año es prácticamente la madre de las jóvenes. Para ella lo más complicado es que los padres le confíen a sus hijas y lidiar con el carácter de algunas.
Muchas veces viaja al área rural para convencer a los padres que le confíen a sus hijas, una confianza que fundamenta con la disciplina traducida en horarios, cero visitas masculinas, el respeto por sus compañeras y por la casa.

La Casa del Futuro surgió del programa Formación Básica en el área rural, donde grupos de campesinas de Potosí y La Paz acogen en sus hogares, ubicados cerca a unidades educativas, a niños de comunidades alejadas para que tengan acceso a la educación.
"Cuando terminaban el colegio la pregunta era: ¿y ahora qué? Y vimos que muchos jóvenes quieren emigrar a las ciudades sin tener la posibilidad de entrar a la universidad por el tema económico, pero también por el nivel académico”, explica Schulz.
Por ello, se creó el programa de acceso a la formación técnica y el establecimiento de la Casa del Futuro, ello gracias a donaciones de personas solidarias en Alemania.
Köhler manifiesta que le parece un proyecto espectacular para jóvenes que de otra manera no podrían acceder a la educación. "Les enseñan a tener una visión para planificar y poner en práctica un plan de trabajo a futuro”.
Estrella Mamani, de 20 años, es de Chulumani, Sud Yungas; además de preparar deliciosa repostería tiene una idea que implementará en su comunidad, una panadería que ofrecerá pan de papaya y de otras frutas.
"El pan de papaya es muy rico, y tiene muchos nutrientes. Mi panadería estará en la plaza de Chulumani y venderemos desde muy temprano. Toda mi familia conformará la empresa y ya tengo un horno, con lo que gane poco a poco iré comprando más equipo”, comenta mientras explica su plan de negocios que hará realidad en 2015.

Como ella, las jóvenes en la Casa del Futuro le hacen honor al lugar en donde viven, quieren tener sus propias peluquerías, pollererías y otros negocios. Mientras la visita termina, una frase en uno de sus trabajos, que está colgado en la pared, dice: "No es grande el que tiene riquezas sino aquel que jamás se rinde”.

Entre cooperación y programas de desarrollo
Microproyectos Cada año la Embajada de Alemania brinda apoyo financiero a alrededor de 220 microproyectos en Bolivia de hasta 10.000 dólares.
Fundación Pueblo La Fundación Pueblo fue creada en 1991 por Günther Schulz-Heiss y su esposa Bárbara Heiss como una iniciativa solidaria y de autoasistencia.
Trabajo La Fundación Pueblo se aboca al desarrollo de programas de educación, al acceso público de la información y al fortalecimiento de actividades productivas en el área rural.

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