El Instituto Gastroenterológico Boliviano Japonés cumplió ayer 34 años de creación con el enorme desafío de crecer, debido a que la demanda de pacientes ha superado la capacidad del hospital. El director del establecimiento, Jorge Soto, explicó que la población que necesita atención es superior a la cantidad de médicos que tiene el centro.
Desde que se fundó, el Instituto Gastroenterológico en 1981, la demanda en consultas creció entre el 500 y 700 por ciento, sin embargo el personal sólo lo hizo en un 70 por ciento. “Trabajamos en cama caliente. Los pacientes esperan que una persona sea dada de alta para inmediatamente ocupar su espacio”, aseveró Soto.
El director del Instituto señaló que en la actualidad, el gastroenterológico cuenta con 45 camas para internación. Sin embargo, a diario hay una demanda para 100. Cada día se suelen atender aproximadamente 370 pacientes con diferentes enfermedades. Las patologías más comunes son: gastroenteritis, úlceras, vesícula biliar, pancreatitis y cirrosis.
Explicó que una de las unidades con más demanda es el Centro de Emergencias que tiene tres camas para recibir a 20 pacientes por día. Ante la falta de espacio, muchas personas son referidas a otros hospitales.
En el Instituto Gastroenterológico trabajan 238 personas que tienen ítem. Pero, por necesidad se contrató a otros 50 profesionales. “El nosocomio necesita al menos 100 nuevos ítems”, dijo.
A ello se suma, la urgencia de renovar los equipos. “Algunos de éstos todavía permanecen desde la fundación y están obsoletos. La Gobernación nos da un millón de bolivianos anuales para equipos, pero necesitamos mucho más”, dijo.
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