Sucre será, después de El Alto, la segunda ciudad de Bolivia que acoja al proyecto Manq’a con cuatro escuelas-restaurant para formar a más de 1.000 jóvenes de escasos recursos. Se estima que dentro de tres meses funcionará la primera de ellas en el segundo patio de la Casa Municipal de Cultura, según dijo a CAPITALES Ariel Tito Correa, Coordinador del mencionado proyecto.
La inversión alcanzará los 8 millones de bolivianos en aproximadamente tres años de implementación; de ese monto un 60% será financiado por la Alcaldía y el resto por los gestores del proyecto y ahora sus aliados de la Organización Intereclesiástica para la Cooperación al Desarrollo (ICCO) de Holanda y Melting Pot Bolivia, que es la fundación que trabaja con el famoso restaurant Gustu de La Paz, según preciso Tito a tiempo de destacar la gestión municipal que respalda el proceso.
Sucre, potencial gastronómico
Manq’a ha encontrado en Sucre la ciudad ideal para implementar el proyecto por su gran potencial gastronómico y porque es una ciudad con fuerte afluencia turística.
Otra condición favorable para instaurar el proyecto en la Capital, es la alta población juvenil que muchas veces no tiene oportunidades de estudios universitarios, pero sí la puede tener de estudios técnicos, avalados por el Ministerio de Educación, explicó Tito.
Igualmente precisó que Sucre está dentro de los altos índices de jóvenes que tienen empleos informales en Bolivia, que alcanzan a un 80%.
Por otro lado, la riqueza de productos agrícolas como el maní, el durazno, el ají y el maíz, entre otros, es para los gestores del proyecto otra de las características distintivas que quieren aprovechar de Sucre.
Estrategia de reclutamiento de jóvenes
Para bajar al mínimo los índices de deserción, los gestores del proyecto que se desprende de la cooperación holandesa, tienen toda una estrategia de reclutamiento.
La misma consiste en realizar una entrevista a los padres de familia, llenar una encuesta de datos socioeconómicos para ver si requiere apoyo, firmar actas de compromiso con los estudiantes, realizar pruebas piloto durante una semana para ver si entra o no al ritmo, como parte de una serie de pasos que deben ser completados.
Los beneficiarios pagan Bs 300, por única vez para su formación durante seis meses. “Es una inversión para su propio uniforme y material educativo. El resto es financiado”, aclaró el coordinador del proyecto.
Dijo que los ocho maestros que se requerirán en Sucre, primero tienen que ir a capacitarse a El Alto, antes de abrir la escuela dentro de tres meses.
Inicios de Manq’a
Manq´a surgió para revalorizar la producción boliviana y generar oportunidades económicas para los jóvenes de escasos recursos. Se gestó en 2015 en El Alto donde se validó como modelo. Allí funcionan diez escuelas gastronómicas (ocho en la ciudad y dos en el área rural).
Según Tito Correa, luego de que Manq’a desarrolló sus bases sólidas se transfirió la experiencia a dos escuelas de Colombia, ubicadas en las ciudades de Bogotá y en Cali. Ahora el modelo estará en Sucre pero la visión es replicarse en más ciudades tanto de Bolivia, como de Latinoamérica.
El modelo económico y social de Manq’a
Manq’a no es un instituto, sino un modelo social de educación que apoya a jóvenes de escasos recursos (entre las edades de 16 a 30 años) para que se conviertan en cocineros y emprendedores gastronómicos a través de la revalorización de la producción local y el consumo saludable de alimentos.
También aporta al turismo desde una mirada gastronómica diseñada para los visitantes de manera que la escuela Manq’a se encontrará dentro de un circuito turístico.
En un mediano plazo Manq’a genera un modelo económico de autosostenibilidad capaz de pagar a sus propios docentes y subvencionar la formación de sus estudiantes.
Además del restaurant, que se abre tres meses después de que funciona la escuela y donde la gente puede ver cómo los jóvenes están cocinando y pedir desde un almuerzo hasta un platillo a la carta, venderán servicios gastronómicos externos que aportará una fuente adicional de ingresos. También brindarán servicios de capacitación para enseñar a cocinar a externos e incluso a turistas.
Manq’a significa “comida” en aymara. Al oído, suena en quechua como manka que quiere decir “olla”.
Los pilares de Manq’a
De acuerdo con la explicación de Ariel Tito Correa, Coordinador del Proyecto, Manq´a tiene tres pilares. El primero es el productivo y trabaja con pequeños productores de zonas periurbanas y rurales, comprado directamente todos sus productos ecológicos, frescos y sanos que luego son transformados en sus escuelas.
El segundo pilar es el de la educación al otorgar un nivel de formación técnica a los jóvenes, reconocida y avalada por el Ministerio de Educación para las carreras de gastronomía y alimentación y repostería.
Luego de formados, los jóvenes tienen oportunidad de insertarse laboralmente, ya sea dentro del mismo modelo de trabajo de Manq´a o en sus propios emprendimientos económicos, individuales o colectivos.
El tercer pilar es el consumo saludable que busca generar alimentos con valor agregado para que la gente pueda empezar a alimentarse de mejor manera en su propio restaurant Manq’a, que es una prolongación de la escuela.
Datos
Ocho millones de bolivianos se invertirá en tres años.
Diez escuelas gastronómicas hay en el Alto.
Dos escuelas están en Colombia.
Cuatro se abrirán en Sucre.
2.400 jóvenes han sido formados en Manq´a.
360 jóvenes se están formando actualmente en El Alto.
1.100 jóvenes alcanzaría el proyecto Manq’a en Sucre.
20% de sus alumnos están insertados laboralmente y desarrollando sus propias empresas.
20 profesores tiene Manq’a actualmente. En Sucre se necesitarán ocho.
100 familias de pequeños productores proveen los insumos naturales.
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