Sunday, June 28, 2015

Ocho carreras capitanean la formación técnica en tres urbes



Ocho carreras impulsan la formación técnica en La Paz, El Alto y Santa Cruz, regiones de un país en el que este tipo de educación se mantiene aún relegada por prejuicios sociales y problemas de carácter histórico y organizacional.

Datos oficiales dan cuenta de que hasta 2011 Bolivia contaba con 720 institutos técnicos, 1.909 menos que los que tenía Perú hasta el año pasado (2.629), según información del Gobierno peruano.

Aida Ferreyra, antropóloga y especialista en educación y género, afirmó que el número de centros de educación técnica que hay en Bolivia es aún muy bajo, aunque el sector haya registrado un crecimiento en los últimos años. “Se ha incrementado (la cifra de) institutos técnicos en el área rural. Antes se tenía una baja cobertura, ahora ésta es del 61%”, sostuvo.

Los técnicos aumentan la productividad de un país y aceleran sus procesos de industrialización, subrayó el presidente de la Fundación Infocal (Instituto Nacional de Formación y Capacitación Laboral) Santa Cruz, Gabriel Dabdoub.

Informática, Electrónica, Mecánica Automotriz, Contaduría, Artes Gráficas, Enfermería, Reparación de Maquinaria Pesada y Mantenimiento Industrial son las carreras técnicas preferidas en los principales institutos de tres urbes.

Rubros. En Bolivia, cada año se incrementa el número de estudiantes en las carreras técnicas “que están ligadas a los sectores en crecimiento del país”, declaró el titular de Infocal, fundación presente en los nueve departamentos. Esta opinión es compartida por directivos de la Escuela Industrial Superior “Pedro Domingo Murillo” en La Paz y el Instituto Tecnológico Don Bosco en El Alto.

De las ocho carreras que ofrece la Industrial Pedro Domingo Murillo, tres son las que más estudiantes tienen: Informática (740), Electrónica (570) y Mecánica Automotriz (540). Entre las tres poseen el 51,3% de los inscritos (3.600), detalló el rector Roberto Gerónimo. “El 75% de los estudiantes son varones y el 25% mujeres. Esta última cifra también se fue incrementando porque ahora (las personas) ven que las carreras técnicas son para todos”, dijo el rector de la escuela industrial, la cual tiene convenios con el Gobierno para que sus mejores estudiantes trabajen luego de graduarse en empresas estratégicas del Estado.

El director del instituto Don Bosco, Luis Quispe, señaló que la demanda de cursos técnicos a aumentando año tras año. “A unos cuantos días de comenzar las inscripciones los cupos ya están llenos, pese a que cada año se va incrementando” el número de alumnos. En este tecnológico, las carreras con mayor demanda son Contaduría (con 630 estudiantes), Mecánica Automotriz (240) y Artes Gráficas (230). Quispe destacó que el año pasado el instituto graduó a 396 técnicos, una cifra que este año se prevé subir a 430.

En Infocal Santa Cruz, las carreras están divididas en dos categorías: de formación técnica (con 500) y de capacitación especial o cursos de corta duración (con 3.600 estudiantes). En el primer caso las carreras con más estudiantes son Enfermería (50%), Reparación de Maquinaria Pesada (15%) y Mantenimiento Industrial (13%). En el segundo caso, las cursos con más inscritos son Computación (20%), Gastronomía (13%) y Peluquería y Cosmetología (12%).

De acuerdo con la Cooperación Suiza, especialista en capacitación técnica, existen dos tipos de restricciones esenciales que, “de no ser tomadas en cuenta, impedirán el desarrollo de la educación técnica” en el país: la histórica, “que tiene relación con el extractivismo y la falta de demanda de técnicos”; y la institucional, que “tiene que ver con la existencia de grupos de poder al interior del sistema educativo, los cuales no priorizan la educación técnica”.

Datos de la Encuesta de Hogares 2011 muestran que el 5,7% de la población de entre 24 y 65 años cuenta con formación técnica, que el 17% tiene formación universitaria y el resto “desarrolla sus actividades desde el empirismo”.

PROCESOs. Según el diagnóstico de la Cooperación Suiza, el “descuido del capital humano” y el “descuido de la educación” son problemas históricos que hacen que la riqueza del país no se traduzca en desarrollo económico.

El viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre, explicó que con la Ley Avelino Siñani de 2010 la capacitación técnica-tecnológica se convirtió en una de las principales políticas de Estado para el fortalecimiento del sector productivo. En 2014 “tuvimos la primera promoción de unos 10.000 jóvenes que salieron con diplomas de bachiller y técnico medio en (los sistemas de) educación regular y alternativa”.

Con el sistema de formación alternativa, resaltó, centros de educación técnica-humanística ubicados en comunidades productivas ofrecen capacitación intensiva a la población de esas zonas, un modelo que se extiende en regiones como el Chaco, el altiplano norte y los valles de Tarija.

El viceministro de Educación Superior, Jiovanny Samanamud, adelantó que desde el Gobierno se impulsará también carreras relacionadas con la industrialización.

“Por otro lado, estamos construyendo centros de educación técnica superior” con una inversión superior a los $us 40 millones, complementó Aguirre. Antes de 2006 habían 61 institutos de educación técnica superior, más de la mitad estaban en el área urbana, recordó Samanamud. Hoy existen 120 institutos más de ese tipo, “el 90% son rurales”, subrayó.

De acuerdo con la Cooperación Suiza, “la actual política educativa boliviana (...) va en contra de la formación técnica asociada históricamente a la formación de técnicos y obreros con trabajos manuales estigmatizados socialmente”.

La población, reflexionó Ferreyra, debe dejar de lado la idea de que las licenciaturas ofrecen mejores condiciones de calidad de vida que las carreras técnicas.

Dabdoub destacó que, según un informe del BID, la demanda de técnicos en Bolivia está en crecimiento. El 54% de los empleos que requiere el mercado laboral son para personas con formación técnica, mientras que el 34% son para gente con licenciatura, aseveró. “Debemos cambiar esa costumbre de solo estudiar licenciaturas, hacer que la formación técnica-profesional sea una prioridad en la articulación público-privada”.

Para Ferreyra, el sistema de educación boliviano no puede funcionar solo. “Requiere de la participación de empresarios, organizaciones sociales, gobiernos municipales, especialistas, docentes, institutos y de otros actores”.


No comments:

Post a Comment